Estaba entre música. Recuerdo, que solo por mi mente pasaba la delicada nota de un violín, y una sonrisa que buscaba mi rostro para bailar... Pasaban los días, imaginando mi resignación, después de la noche numero 100 o 200, quizá 300, no lo sé, pero después de olvidar aquel, tu aroma, escondido entre mis sábanas... Se fué tu voz, tu aroma, tu calor... en segundos, que para mí, semanas, meses... Quizá años... Solo sé que en un momento volaba, y al otro, caía como hoja seca en otoño, en una pila de hojas secas, movidas por el viento, mientras menguaba la Luna...
Creí imposible retomar el hilo de esa vida perdida, pero no lo fué. Un día, me levanté, tome mis zapatillas de ballet al hombro y me dí cuenta que era dificil respirar el mismo aire, en la misma vida que vivías, pero que no podía morir por algo tan insignificante.
Con muchas lágrimas, y con migajas de tí, para no perderme, anduve en este largo camino, en busca de sueños donde no estaba toda aquella felicidad arrebatada...
Lo que no entiendo, es porqué mi corazón se acelera tanto... Porqué busco en el cielo... Porqué volteó muy segura... Porqué todo CON LA IDEA DE ENCONTRARTE...
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