jueves, 28 de enero de 2010

Del que andará ausente...

Del eco de la música, que mueve el cuerpo sin más interés que sonreir a la vida, escucho, entre todos tus rodeos, la despedida, la más dolorosa, la menos deseada, la menos confiada de tu retorno a esta Tierra de luces rojas y verdes...

Tomas mis manos, y me dicen sin centeza, que todo estará bien, y que a tu regreso, la vida será de otro color, un color más alegre en su futuro, pero sin vida en el presente... Tomas mis lágrimas, para esconder las tuyas, con un beso en mi mejilla... Solo te veo como humo, en el camino, que estará esperando por ti...

Al pasar de lo días, en la rutina, de comer con tu ausencia, de besar tu recuerdo, y soñar con tu voz... Camino entre la gente que me mira, y sabe que muero cada día que pasa sin ti... Yo sonrio... sin hablar por el nudo de angustia en la garganta...

Hoy esperé con alegría tu llamada... Dijiste que me extrañas, que te cuesta tanto como a mi estar alejados, y que las heridas de tus piernas y manos sanarán pronto, pero que la herida de tu corazón, sangrará hasta ver tu reflejo en mi mirada...

Y solo fué algunos años atrás, cuando en tu mirada creí entenderlo todo... Creía saberlo todo, con mi dedo entre tu pequeña mano... Creía infinito el tiempo en el que durmieras entre mis brazos y que cantara en la entrada de tu sueño... Hoy solo le pido que vuelvas, para tener en el presente una vida... Del color del futuro, nos preocuparemos en el futuro...

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